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jueves, 8 de agosto de 2019

LOS DOS ZODIACOS Y EL UNIVERSO I


El Zodiaco Terrestre y el Zodiaco Celeste 
El Zodiaco, el Universo y el Hombre 
El Zodiaco, la Cosmobiología y el Universo 
El Universo que la ciencia actual investiga y divulga 


Introducción 

El presente artículo sobre los Dos Zodíacos y el Universo, es para el gran público de la Web y especialmente para su análisis e investigación por parte de los miembros de la Fundación Magna Fraternitas Universalis movimiento que expone un nuevo pensamiento científico, espiritual y cultural alrededor del mundo. 

La Fundación Magna Fraternitas Universalis es una institución sin ánimo de lucro que fue establecida por el Dr. David Juan Ferriz Olivares con base en los planteamientos originales del Dr. Serge Raynaud de la Ferriere. 

Así mismo, el tema expuesto en esta ocasión tiene también como objeto llamar la atención de los científicos, pensadores, buscadores y, particularmente, estimular más la receptividad de los verdaderos investigadores del conocimiento que la sabiduría antigua nos ha dejado en sus alfabetos, manuscritos, símbolos, monumentos y obras de arte. Sean entonces bienvenidos a la primera parte del tema que esperamos sea del mayor interés de todos. 





Nuestro sistema solar con todos sus planetas





El Zodiaco, el Universo y el Hombre 

En la presente exposición, el tema del Zodiaco está referido al Universo y tiene el propósito de mostrar y relevar el gran saber que poseían las culturas humanas que nos precedieron y que desaparecieron no sin antes haber heredado su ciencia a la humanidad. 

Así mismo, tiene el objetivo de sacar el Zodiaco de la astrología popular especulativa, ubicarlo en su verdadero lugar dentro de la Cosmobiología y asociarlo a la expresión vital del universo en el cual estamos inmersos y del cual formamos parte indisociable como tantas veces hemos dicho en estos artículos. 

Como humanos que somos, tenemos un espíritu que es universal y esta condición primordial nos puede hacer pensar, sentir, ser y existir con trascendencia en y hacia lo universal. 

También tenemos un alma personal que es intermediaria entre el cuerpo físico y esa chispa de la vida cósmica que es el Espíritu; por lo tanto, es preciso reconocer que el Zodiaco es universal y también es individual. 

De ahí que cada ser humano tiene su propia individualidad que nos hace únicos entre todos los demás, y también tenemos una personalidad con la cual nos expresamos y nos damos a conocer para diferenciarnos los unos de los otros. 

El planteamiento básico de nuestro tema de hoy es el siguiente: existen dos Zodiacos, el Sideral y el Terrestre, el de Arriba y el de Abajo, el primero girando en torno al segundo que permanece estático por lo que también recibe la designación de Zodíaco Fijo






Imagen heliocéntrica aproximada de los dos Zodíaco. Aqui vemos el zodiaco de las constelaciones girando en torno al Sol heliocéntricamente ubicado.




Comencemos diciendo que, desde hace unos 30 años, en los medios de comunicación y más recientemente en la Web, se han divulgado muchas publicaciones no ciertas e incompletas sobre un tema que relaciona la astrología y la astronomía. La documentación respectiva se encuentra disponible en la Web. 

Y desde mucho antes, varios libros de astrología popular también han abordado la cuestión tratando de fundamentar esta teoría que no puede ser aceptada como válida por más que sus argumentaciones estén provistos de las mejores intenciones para demostrar su valor como verdad. 

El problema está en que, para afirmar tal teoría, sus promotores se basan en una relación equivocada entre los dos zodiacos y la divulgan mediante títulos como su signo no es el que usted cree, su signo es otro, conozca su verdadero signo, etc… desconociendo o ignorando que el Zodíaco Terrestre es estático, es decir, que no está en movimiento como sí lo está el Zodíaco Sideral que gira en torno al terrestre que es la base de todo cuanto ocurre en la vida de nuestro mundo terrestre. 

La controversia es utilizada por los detractores de la astrología para cuestionarla lo mismo que por muchos científicos que no la conocen pues no la han estudiado, ni mucho menos investigado durante años con la documentación apropiada; por lo tanto, no pueden criticarla o rechazarla arbitrariamente y la respuesta más prudente sería: ¡no sé concretamente de qué se trata, tendría que investigarlo, no tengo criterios para opinar...! 

Volveremos más adelante sobre el tema del zodiaco y abordemos seguidamente el tema del Universo visto por la ciencia actual. 



Las Investigaciones de la Ciencia actual sobre el Universo 



En la actualidad el Universo es objeto de largas investigaciones como las realizadas y publicadas por el cosmólogo, astrofísico, catedrático y escritor británico Stephen Hawking, ese admirable hombre considerado como el primer gran divulgador de ciencia de nuestros tiempos y el nombre más paradigmático en la investigación actual sobre al origen, forma, constitución y evolución del Universo. 







En uno de sus principales y muy difundidas obras, Historia del Tiempo desde el Big Bang a los Agujeros Negros, Hawking se ha propuesto exponer los aspectos principales de su gran objetivo el cual es, según él, el objetivo final de la ciencia: 


Proporcionar una única teoría que describa correctamente todo el universo. Cap I Nuestra Imagen del Universo, pag 29 de la editorial Crítica y publicada en 1988. 

He ahí pues su planteamiento básico y el objetivo máximo de sus búsquedas al cual consagró tu vida entera: encontrar una teoría unificada completa que explique el universo y que deviene como el resultado de la evolución del conocimiento que sobre el particular viene dándose desde los tiempos de Copérnico, Galileo, Kepler, Newton y Einstein quienes han sido los principales precursores de lo que al presente se conoce en el campo de la ciencia actual, sobre el universo. 

En el capítulo La Unificación de la Física de esta obra, Hawking expone la importancia y el valor de encontrar una teoría científica unificada que explique el Universo: 


Pero, puede haber en realidad una tal teoría unificada? O estamos tal vez persiguiendo únicamente un espejismo? 

Una de las partes más filosóficas de su disertación transcurre en el tema de la existencia o inexistencia de un creador, de Dios o de un gran diseñador del cosmos pero siempre enfocado sobre su objetivo primordial: la explicación del universo el cual trasciende sus propias creencias, a veces si a veces no, sobre Dios. 


En otro de sus libros, El Universo en una Cáscara de Nuez publicado en 2002, explica largamente cómo se llegó al descubrimiento de la expansión del universo a partir del big-bang y cómo esta investigación llegó a ser una de las más prodigiosas revoluciones intelectuales del siglo XX. 


Se trata de la historia del éxito del trabajo de un gran número de personas, y me siento orgulloso de haber podido aportar una pequeña contribución a ella. 
Una de las conclusiones más relevantes de este trabajo investigativo está apoyada íntegramente en las propuestas de Einstein: La relatividad general combina la dimensión temporal con las tres dimensiones espaciales para formar lo que se llama espacio-tiempo. pag 34.

Es también admirable la espontaneidad y sinceridad en la que discurre su exposición en tanto nos habla sobre la forma como el conocimiento científico occidental se ha desarrollado desde los tiempos de Demócrito, Aristóteles, Platón y otros grandes sabios de la tradición griega hasta nuestros días. 







Por su parte, el astrónomo y científico norteamericano Carl Sagan (1934-1966) quien también se ha destacado como uno de los más grandes divulgadores de la ciencia de fines del siglo XX, expone en su principal obra COSMOS sus más importantes conclusiones sobre el Universo y que, en el contexto de este artículo, las tomaremos algunas en consideración viniendo de una celebridad semejante:


Cosmos es una palabra griega que significa Orden… y presupone el carácter profundamente interrelacionado de todas las cosas. pag 18 
Los seres humanos somos nacidos definitivamente de las estrellas y de momento estamos habitando un mundo llamado Tierra... somos hijos del Cosmos en el sentido más profundo de la palabra. pag 124 

Sin embargo, Sagan no alcanzó a dar el paso para investigar (tal vez no le alcanzó el tiempo) y exponer cómo o de qué forma el hombre se interrelaciona con el universo y cómo llegamos a ser hijos de éste. 

Probablemente Sagan no reconoció o no sometió al riguroso examen que caracterizaba su análisis, que el hombre está constituido por tres planos (físico, psíquico y espiritual) y que mediante estos tres planos, puede sintonizarse con el universo y alcanzar lo que en la Yoga se categoriza como la Consciencia Universal. 


Los Siete Elementos del Universo y los Tres Planos del Hombre 


Como en este articulo tratamos de exponer la trascendencia de los vínculos entre el universo y el hombre, es preciso que nos detengamos en este tema de los elementos del universo y los tres planos del hombre. 


No solamente el problema del alma ha apasionado siempre a los pensadores… El alma es un mediador plástico que ha servido de vehículo al espíritu para encarnarse en un cuerpo… Yug Yoga Yoghismo una Matesis de Psicología pag 113 de la editorial Diana, México, año 1974

Al respecto, el Dr Serge Raynaud de la Ferriere escribió largamente en su principal obra Una Matesis de Psicología  para explicar que el hombre está constituido por tres planos como vimos lineas arriba, y que el Universo también está compuesto por siete elementos que, en su proceso evolutivo desde el nivel más bajo o elemental, presenta en el siguiente orden: 


Elemento tierra, 
Elemento agua, 
Elemento fuego, 
Elemento aire, 
Elemento éter, 
MENTAL y    
ABSOLUTO. 

Veamos un poco más a fondo este importantísimo tema que está en la base de las relaciones micro-macrocósmicas y que el Dr Raynaud de la Ferriere sitúa en el centro mismo del significado y de la problemática del alma: 


E. Arnaud parte de los 3 principios: un primer aspecto (energético) llamado Espíritu-Vida, un segundo (concentración) llamado Materia) y un tercer aspecto (constructivo-polarizador) el Pensamiento. 
Con Energía, Materia y Pensamiento, él ha construido un sistema de diferenciación, y ello desde el Ether No. 0 (Absoluto) hasta el Ether No. 7 (el Mundo Físico). 
Como estos tres principios: Energía, Materia e Inteligencia son la tríada habitual (cuerpo, alma, espíritu), Charles Henry, que también ha considerado el problema, ha tratado de aportar una solución matemática. 
Este sabio, Director del Laboratorio de la Sorbona de París, dice que la vida puede ser considerada como el resultado de un equilibrio entre fuerzas gravitantes o materiales, fuerzas biopsíquicas y fuerzas electro-magnéticas. 
Estas fuerzas que él designa bajo el nombre de Resonadores son susceptibles de aportar nuevas luces en el problema de la vida, sino también en el de la supervivencia. Los Grandes Mensajes de la casa editorial Diana, México edición 1974, pag 296. 

Edward Arnaud y Charles Henry fueron científicos franceses de mediados del siglo XIX quienes plantearon estas propuestas en respuesta a los enigmas formulados por los filósofos europeos en torno a la relación del hombre con el universo y la vida, temas que eran propios de su tiempo en Europa en los siglos XVII, XVIII y XIX antes de la teoría de la relatividad formulada por Einstein a comienzos del siglo XX. 








Volviendo al tema de los elementos, cuatro de ellos eran (!!!) conocidos en la química, la biología y la física como los cuatro estados de la materia, aunque es más exacto decir que en la química ni en la biología ni en la física actuales no se habla más de los cuatro primeros elementos de la naturaleza pues el tema de ahora está centrado en los cuatro estados de la materia en el que el plasma ha sido puesto en reemplazo del fuego que ha sido quitado. 

Este concepto referido a los cuatro primeros elementos de la naturaleza que eran parte constitutiva de la ciencia occidental, es original de los griegos de quienes fue tomado pero que ha sido cambiado y enunciado como los cuatro estados de la materia, lo que no es lo mismo porque el plasma (colocado como el cuarto estado de la materia) no es lo mismo que el fuego; es decir, que en la ciencia actual, el fuego ya no se reconoce como un estado de la materia. 

Los cuatro elementos tal y como lo indicaron los griegos, fueron los conceptos que en la Cosmogonía, Androgonía y Fisiogonía de la Sabiduría Antigua estaban en la base misma de las relaciones y vínculos entre el Universo, el hombre y la materia. 

Para los griegos y todas las culturas anteriores, el cuaternario tradicional de los cuatro elementos estaban especificados y delimitados por la fuerza de acción y reacción al igual que la de atracción y repulsión que les confieren sus cuatro Cualidades Primitivas o primigenias que son los agentes generadores de su movimiento, modificación y transformación. 





En el centro aparece una imagen simple e incompleta de la Estrella de David o Sello de Salomón uno de los símbolos más emblemáticos de la Antigua Tradición Hebraica. La figura que vemos de los dos triángulos entrelazados, muestra claramente como los cuatro primeros símbolos (los Elementos de la Naturaleza) componen en su base la Estrella de David que en su forma original contiene seis símbolos más un séptimo que permanece oculto.


Las Cualidades Primitivas se manifiestan como principios activos y leyes mediante las cuales la naturaleza actúa sobre el mundo físico en sus constantes mutaciones y transformaciones en el tiempo y en todos los ambientes.

Esas cualidades primitivas o primigenias son: Caliente-Frío-Húmedo-Seco. Por húmedo no debemos entender lo mojado sino como el principio de expansión, como el humo.

Ellas son la forma sensible y visible de las infinitas modificaciones por las cuales pasan estos cuatro elementos en su constante acción/reacción de comportamiento como manifestaciones vivas de la materia en nuestro mundo y en el universo lo mismo que en el hombre. 

Así y desde esta base, hay un fuego más caliente que seco o más expansivo por efecto de la humedad, una cualidad húmeda de la tierra que la hace blanda como el polvo o dura como el diamante, un agua más caliente que fría, helada o sublimada por la acción del fuego… 

En fin, los griegos supieron ver las expresiones de estas cualidades en todas las manifestaciones del cosmos y no únicamente en nuestro entorno terrestre. 

Ahora bien y volviendo a Stephen Hawking y en función de  sus investigaciones sobre el universo, plantea lo que es una teoría científica que describe en los siguientes términos: 


Una teoría es una buena teoría siempre y cuando satisfaga dos requisitos: debe describir con precisión un amplio conjunto de de observaciones sobre la base de un modelo que contenga sólo unos pocos parámetros arbitrarios, y debe ser capaz de predecir positivamente los resultados de observaciones futuras. 
Por ejemplo, la teoría de Aristóteles de que todo estaba constituido por cuatro elementos, tierra, aire, fuego y agua, era lo suficientemente simple como para ser cualificada como tal, pero fallaba en que no realizaba ninguna predicción concreta. Capítulo I, Nuestra Imagen del Universo, pag 29. 

A esta mención que Hawking hace de la “teoría” de Aristóteles sobre los cuatro elementos, le falta el conocimiento de las cualidades primitivas o primigenias que le dan vida y movimiento a los 4 elementos de la naturaleza en todas sus infinitas manifestaciones y expresiones. 

No fue una teoría de Aristóteles, es un axioma que forma una parte esencial del Saber de las más antiguas tradiciones. Y precisamente, como ejemplo del gran aporte que la cualidad de lo caliente y de lo frío tienen en la modificación del fuego, veamos en los propios términos e ideas de Hawking el fenómeno del enfriamiento deuniverso tras el big-bang


Justo en el mismo big bang, se piensa que el universo tuvo un tamaño nulo y por lo tanto estuvo infinitamente caliente. Pero conforme el universo se expandía, la temperatura de la radiación disminuía. Cap 8, El Origen y el Destino del Universo, pag 157 

Uno de los mayores expositores del concepto de los cuatro elementos y sus cualidades primitivas fue el Dr Adolfo Weiss, médico y astrólogo suizo quien tuvo que refugiarse en Argentina por causas del nazismo alemán. 

Allí escribió y tradujo al español su monumental obra Astrología Racional publicada por primera vez en 1946 por la editorial Kier de Buenos Aires. Adolf Weiss habló extensamente sobre las cualidades primitivas. Leamos lo que dice al comienzo de su exposición sobre el tema: 

Volvamos al concepto antiguo de las cuatro cualidades primitivas. Fue perfeccionado por Aristóteles y su escuela y lo encontramos también en las ideas de Platón, Empédocles y otros, y podemos demostrarla, si bien en la mayoría de las veces muy diluida, en las obras de los hermetistas hasta el siglo XVIII...  
El concepto antiguo que nos ocupa, parte de la idea de que en el primer comienzo infinito… se crean dos pares de antagonistas; o sea, cuatro principios adversarios cuyas propiedades se expresan con los términos de Caliente, Frío, Húmedo y Seco.  
Dos de estos antagonistas se unen en una combinación formando así un elemento. Los cuatro elementos, creados de esta manera, el fuego, el aire, el agua y la tierra, se combinan por su parte y se transforman entre sí, actividad de la que resultan los distintos cuerpos. 
La causa determinante de estas composiciones se basa, de acuerdo con el concepto de los antiguos, en la Ley Universal de Atracción y Repulsión. 
La teoría de los cuatro elementos consiste, pues, en una definición general de las fuerza naturales y apunta, en último análisis, al proceso evolutivo de las formas vivientes. Dr Adolfo Weiss, Astrología Racional editorial Kier, Argentina, 1965, pag 119 y siguientes. 

En fin, estas concepciones y saberes sobre los Elementos y sus Cualidades Primitivas que tenían las antiguas culturas no se encuentra más en los textos y metodologías científicas actuales sumergidas en un mundo donde la tecnología, la prisa y las limitaciones conceptuales han cubierto por completo la ciencia y nuestra civilización. 



El Zodiaco, la Cosmobiología y el Universo 

Abordemos ahora uno de los temas básicos de este artículo: la relación entre el zodíaco y el universo ya que hasta ahora ambos temas han permanecido separados o no considerados en el mundo de la ciencia. Veamos entonces, cuál es la real naturaleza del zodiaco. 

El Dr. Serge Raynaud de la Ferriere a lo largo de su extensa literatura, habla del Zodiaco describiéndolo de varias maneras como en el siguiente texto en que recurre a su significado etimológico: ronda de animales simbólicos también lo describe bajo los siguientes conceptos: 


Conocemos el Zodíaco, este transportador denominado eclíptica… Todo está contenido en el Zodiaco puesto que es la representación de lo Infinitamente Grande y de lo Infinitamente Pequeño. 

Es decir, desde el átomo pasando por el hombre y los sistemas solares, constelaciones y galaxias hacia los mundos más vastos como los universos islas mencionados por el astrónomo germano-británico William Herschel (1738-1822) el descubridor del planeta Urano.





El planeta Urano con la inclinación de su eje de rotación que es de 98 grados lo que ha llegado a ser uno de los grandes dilemas de la astronomía del sistema solar. Urano gira de costado y eso se debe a la inclinación de su eje y a que rota en retrogradación mientras se traslada en torno al Sol en 84 años terrestres.



En el sentido corriente del término, Zodiaco es la palabra conocida pero en realidad debería ser Zoodiaco: zoo, animal: ronda de animales simbólicos alusivo a nuestro origen biológico que es animal, diaco: ronda, vuelta, giro, retorno, etc., y la definición más conocida de Zodiaco es: la rueda de la vida.


La Astrología Actual y la Cosmobiología 

La Astrología de la cual vamos a hablar en esta oportunidad, está muy lejos de ser esa horoscopía especulativa de consumo masivo que prolifera por todas partes. 

Tampoco es la astrología popular especulativa mencionada varias veces por Carl Sagan en su libro COSMOS ni la que refiere Stephen Hawking en las páginas 103 y 104 de El Universo en una Cáscara de Nuez. 

Esa es la astrología que la ciencia rechaza e invalida, lo que llega a ser una actitud y una intencionalidad lógica o muy razonable de un gran número de científicos. Lo aceptamos con naturalidad.

Sin embargo, hay que decir también que la verdadera Astrología es desconocida porque permanece muy oculta en las tradiciones espirituales y culturales de la antigüedad como veremos más adelante. Hablemos entonces de la Cosmobiología que solamente está al alcance de los iniciados en el saber de las Ciencias antiguas.

Es por esto que, en los medios científicos se emplea un nuevo vocablo para definir la Antigua Ciencia de los Sabios… COSMOBIOLOGIA Dr. Serge Raynaud de la Ferriere. 

El tema no es fácil de exponer dentro del significado verdadero del concepto pues en los últimos tiempos han surgido innumerables circunstancias que han originado la deformación total de todo lo que representa y simboliza la astrología que, aunque parezca increíble, está ligada vitalmente a la historia de las grandes culturas humanas.

Tampoco es un tema sencillo de investigar porque en la base de sus contenidos y formas se encuentran los principios, leyes y formas de la manifestación del mundo que conocemos y en el cual vivimos, y del macromundo que nos rodea del cual no estamos aislados no obstante su imparable y vertiginosa expansión.

Así pues, Microcosmo y Macrocosmo no pueden ser concebidos por separado porque no somos ajenos al universo: el hombre como Microcosmo es parte esencial e interdependiente del Macrocosmo.

El Cosmos está en nosotros y nosotros en él, y es desde esa perspectiva que continuaremos con esta exposición.


El Zodiaco, la Astrología y la Medición del Tiempo 

El Zodiaco es la base primordial de la Astrología que ha sido una de las ciencias más antiguas de la humanidad y por lo mismo, Zodiaco y Astrología, son parte fundamental de nuestra transhistoria en que la Astronomía y la antigua Astrología no estaban separadas como lo están en la actualidad. 

Visto de esta manera, no es correcto considerar que los Druidas, los Mayas, los Aztecas o cualquiera otra cultura antigua, eran únicamente astrónomos y que sus calendarios fueron construidos para medir el tiempo como su principal investigación que no era la única!

La medición del tiempo entre los Mayas, Aztecas, Incas y culturas aún más pretéritas, cubría amplios ciclos de tiempo hacia el atrás y hacia adelante, o sea hacia el pasado y hacia el futuro en cortos y largos períodos de tiempo.

Una de las unidades de medida utilizada era el año precesional de 25.920 años comunmente conocido como año platónico a partir del año de 365 días y fracción y del círculo zodiacal de 360 grados que era la base de la medida universal para todos sus cálculos. Al respecto del tema los ciclos del tiempo entre los antiguos, veamos lo que el Dr Raynaud de la Ferriere escribió en la página 192 de Una Matesis de Psicología:


Nuestro tiempo medido en "años" o "siglos" o aún en "milenios" qué representa en comparación de la historia de la humanidad pasada y futura; se requieren cifras de otro orden para asimilar la importancia del Tiempo en lo tocante a las generaciones civilizadoras.  

Esas cifras de otro orden lo encontramos por ejemplo en el calendario maya que es verdaderamente una enciclopedia altamente especializada en esta gran problemática de la medición del tiempo en grandes y pequeños ciclos, y es también un monumento que contiene los códigos de sus leyes, su sabiduría y sus conocimientos. 






Imagen original de la piedra del sol o calendario azteca esculpido en piedra bruta. Entre muchos jeroglifos que esconden el substrato de sus Saberes, este célebre y emblemático calendario incluye un zodiaco de 24 signos inscrito en una figura de 8 brazos que muestra dos cruces: la cruz celeste con su ejes vertical y horizontal ubicados en el centro estructural de la figura, y la cruz terrestre.



Los mismos símbolos tradicionales se encuentran a lo largo y ancho de las zonas geográficas que fueron habitadas por las remotas culturas que poblaron nuestro planeta cuyos monumentos son el testimonio de esta tradición: Stonehenge en Inglaterra, el Círculo de Goseck en Alemania, las pirámides de Egipto y Centroamérica, los monumentos de la India, las figuras o líneas deNasca, Perú y en muchas construcciones de tantos otros lugares a lo largo y ancho del planeta. 


Se encuentran también de forma muy oculta, en los libros sagrados como la Torah, el Talmud y la antigua Kabbalah hebrea, en la Biblia, los Vedas, etc., en los alfabetos antiguos que originaron nuestras lenguas actuales, en todas las mitologías, en las más grandes catedrales europeas, en incontables obras del arte antiguo como muchas de las que se encuentran en el Vaticano, etc., etc.

De hecho, las Mitologías son la representación mediante leyendas y relatos fantásticos del modo como las fuerzas zodiacales creadoras, formadoras y transformadoras de la Vida se manifiestan a lo largo y ancho del cosmos y de nuestro mundo.


Los Dos Zodiacos

Ambos Zodiacos, el Terrestre y el Sideral, tienen cada uno su respectiva función y nombres que la especifican. Uno, es el Zodiaco Fijo pero se designa también como: Terrestre, Natural, Equinoccial o de las Estaciones.

Su sitio de inicio es el Punto Vernal o Punto 0 de Aries al cual llega el Sol cada año el 21 de Marzo dando comienzo a la primavera en el hemisferio norte y al invierno en el hemisferio sur.

Todo lo que ocurre en la vida de nuestro mundo está totalmente bajo la influencia de este primer zodiaco y, para dar un solo ejemplo de sus manifestaciones, diremos que las estaciones anuales así lo demuestran.

Es imposible prever o suponer lo que sucedería en nuestro planeta si las estaciones siguieran el ritmo y el movimiento del Zodiaco Sideral!

El otro, es el Zodiaco Sideral también denominado Precesional o de las Constelaciones y que tiene influencia para la evolución de los mundos de nuestro sistema solar.

El Zodiaco Terrestre o Fijo es estático y permanente, pero el Zodiaco Sideral o Precesional está perpetuamente en movimiento alrededor de la Tierra haciendo un giro o ronda cada 25.920 años (redondeado a 26.0000 que es la cifra del año de Platón conocido también como año platónico). Este movimiento del cielo es el que da origen a las doce Eras Precesionales de 2160 años en promedio cada una.

Por eso también se le denomina Zodiaco Precesional y, de era en era, va pasando frente al punto vernal del Zodíaco Fijo marcando así la historia de la humanidad en ciclos de 2000 años promedio. Y entre estos dos zodiacos, encontramos el Zodiaco Individual el cual tiene las características propias y únicas para cada persona, pero no podemos continuar con este interesante tema porque el objeto de la presente exposición es el de los dos Zodiacos y su relación con el Universo


El Topocentrismo, el Geocentrismo y el Heliocentrismo

Esta exposición sobre los dos zodiacos está concebida desde el relativo punto de vista del Geocentrismo tomando la tierra como centro, y más precisamente, desde el punto de vista del Topocentrismo en el que los cálculos no son para el centro de la tierra sino para el lugar, el topo.

El Topocentro, es el punto de los sucesos en la Cosmobiología de precisión del fenómeno al segundo de tiempo y al segundo de arco en estrecha relación  tiempo-lugar exactos, tiempo-coordenadas geográficas, en la relación Tiempo-Espacio terrestre.








El Geocentrismo es un concepto griego divulgado por Ptolomeo quien vivió en el segundo siglo de la era cristiana y sobre el cual se ha desarrollado el conocimiento del cielo en relación con la tierra y de la tierra en relación con el cielo. 

A su vez, el Heliocentrismo es un concepto usado en la astronomía y su definición más conocida es: teoría científica que consideraba el Sol como centro alrededor del cual giraba todo el universoOtra definición de Heliocentrismo dice:

Teoría científica que consideraba el Sol como centro alrededor del cual giran los planetas del sistema solar. La idea de que la Tierra gira alrededor del Sol fue propuesta desde el siglo III a. C. por Aristarco de Samos. Aunque no recibió apoyo de otros astrónomos de la antigüedad, sí fue citado por Arquímedes en el contador de arena. Wikipedia







El término geocéntrico o Geocentrismo y trascendiendo el sentido conceptual del ámbito cosmográfico es, para nosotros habitantes de este planeta, una realidad viviente a cada momento.

Todos los días vemos que el Sol sale por el horizonte. Pero en la realidad, es el Sol el centro del sistema solar y todos los planetas giran en torno a él. Así, toda nuestra vida está implantada alrededor del geocentrismo pues es así como percibimos, por ejemplo, el movimiento del sistema solar.

Es más, anualmente cada 21 de Marzo en el hemisferio norte, cuando el Sol regresa al Punto Vernal o punto 0 de Aries del Zodiaco Terrestre, comienza la primavera porque es la tierra el centro de todas las manifestaciones de la vida bajo los influjos del cielo y porque desde el punto de vista geocéntrico, es el cielo el que gira en torno a la tierra y así lo vemos en apariencia.

Vivimos pues, en un ambiente geocéntrico y ninguno de los dos conceptos, el geocéntrico y el heliocéntrico, se contradicen o tienen que ser antagónicos ni en lo astronómico ni en lo vivencial, pues son dos formas de ver e interpretar la relación tierra-cielo, cielo-tierra. Es decir, es una cuestión puramente intelectual.







Y tampoco hay motivos reales para mantener esta controversia como ocurrió en los tiempos de Galileo quien fundamentó y desarrolló, desde el punto de vista de la cosmografía y de la física de su tiempo, el Heliocentrismo que había sido expuesto primero por Copérnico, el astrónomo polaco del renacimiento, pero fue a Galileo a quien le tocó soportar la prueba ante la iglesia pues Copérnico había fallecido unos 20 años antes.








Esta defensa de la teoría heliocéntrica en aquellos tiempos originó la célebre controversia entre la iglesia y la ciencia de entonces representada por el genial físico, astrónomo, músico y científico italiano. 

Según algunos historiadores de la ciencia y de la religión, este conocido episodio fue el factor detonante que ocasionó el rompimiento entre la ciencia y la religión que hasta entonces y en particular desde el año mil con los árabes, los judíos, los cristianos y el saber de los griegos y romanos hasta el renacimiento, convivían armoniosamente. Y como resultado de esta vinculación surge el Renacimiento en los siglos XV y XVI.

Es decir, la revolución científica, cultural y artística del Renacimiento fue el producto de esta notable reunión de la ciencia y la religión que lamentablemente no duró mucho y que, por lo tanto, no alcanzó un desarrollo óptimo pues algo de esta magnitud necesita mucho tiempo para reimplantarse sólida y permanentemente en la cultura humana.

Ahora bien, con el propósito de apreciar mejor los términos geocéntrico y heliocéntrico consideremos momentáneamente, y para los propósitos de la presente exposición, un tercer término: el Cosmocéntrico en el centro mismo de las galaxias para designar un centro cósmico común referido al Zodíaco Terrestre y al Zodiaco Sideral en la relación de un Topocentro-Geocentro-Cosmocentro.

En términos generales, un zodiaco es una zona espectral que se forma en torno a los sistemas solares que reflejan y condensan en una franja multicolor y poli-etérica, la quintaesencia vibracional  de los egrégores cósmicos emanados de las constelaciones que la circundan.

Es una zona de vida, un espectro de muy diferentes frecuencias astrales a la manera de un megasuper arco iris que contiene, no siete sino, doce colores. Para entenderlo mejor, veamos el término Éter que, como vimos lineas arriba, es uno de los Elementos del Universo. 

Analicemos primero la apreciación sobre el éter en la exposición de Stephen Hawking al cual se refiere en su libro Historia del Tiempo. Hawking aborda este término al tratar el tema de la propagación de la luz en el contexto de la electricidad y el magnetismo que ya se investigaban desde mediados del siglo XIX. 

Las investigaciones sobre la propagación de la luz y de las ondas en general llevó a los sabios de aquel entonces a intuir un medio en el cual se propagan las ondas. 
Para que ésto tuviera sentido, se sugirió la existencia de una substancia llamada éter que estaba presente en todas partes, incluso en el espacio vacío. 
Las ondas de luz debían viajar a través del éter al igual que las ondas de sonido lo hacen a través del aire, y sus velocidades deberían ser, por lo tanto, relativas al éter. pags 39 y 43

 Y en El Universo en una Cáscara de Nuez dice:

Hacia finales del XIX, los científicos creían hallarse próximos a una descripción de la naturaleza. Imaginaban que el espacio estaba lleno de un medio continuo denominado el "éter".  
Todo lo que faltaba para una teoría completa eran mediciones cuidadosas de las propiedades elásticas del éter... pag 4  


Es preciso resaltar aquí el valor de esta intuición porque el propio Stephen Hawking dice también que su presencia de cualquier manera no puede ser detectada. Historia del Tiempo pag 43 

Y como los dispositivos diseñados por la tecnología actual no lo pueden detectar, el concepto de Éter no es aceptado oficialmente como parte esencial de las investigaciones científicas lo que limita bastante, o detiene, las posibilidades de avances muy superiores a los que hasta el presente hay en la física y la cosmología.

En todo caso, hay que observar que las investigaciones sobre el Éter están aún en sus procesos iniciales, por eso Hawking habla de intuir el éter y de imaginar su existencia aunque no lo admitió como un concepto absoluto dentro de la teoría de la relatividad como bien lo dice en la pag 11 de su segunda obra.

Y no lo puede admitir porque no lo puede medir como él mismo afirma, y no se puede medir porque el Éter no puede ser detectado por ningún dispositivo, y  por lo mismo, no satisface plenamente su intelecto:

La idea de que este medio es necesario para la propagación de la radiación electromagnética resulta actualmente insostenible. El Universo en una Cáscara de Nuez. Glosario

Por su parte, el Dr. Raynaud de la Ferriere, se refiere al Eter en los siguientes términos:

Especie de fuego más sutil y más activo, principio de la generación del organismo, vehículo de la vida en toda la extensión del Universo. 
El éter no es un cuerpo propiamente dicho, sino un término medio, una especie de mediador por el que interpenetran mutuamente el cuerpo y la fuerza vivificante, es decir, el alma del mundo. Los Grandes Mensajes pag. 596 de la editorial Diana, 1974

En síntesis: las fuerzas astrales o de los astros, los rayos cósmicos y todas las irradiaciones proveniente el espacio interestelar, inclusive del espacio intergaláctico, se transmiten a través del Éter; de hecho, existen en el Éter, están ahí, y como suelen decir algunos físicos al expresar que: las ondas están ahí!, así también los cosmobiólogos decimos: los aspectos están ahí

Y para terminar por ahora, sinteticemos diciendo que nuestro zodiaco, el de las doce constelaciones que rodean nuestro planeta, tiene doce zonas de influencia.

El doce posee un el simbolismo universal por eso es uno de los números fundamentales de la Biblia que sigue ese patrón pues los signos zodiacales son doce y no trece porque el signo Escorpión es doble: el Escorpión y el Águila pero muchos los cuentan como dos signos.





En el Universo hay una infinidad de zodiacos, tantos como sistemas solares y constelaciones: zodiacos de múltiple naturaleza e influencia y que originan las más inimaginables manifestaciones cósmicas de la vida y la muerte, desde las más luminosas hasta las más obscuras y tenebrosas. Así mismo, indican la comarca cósmica a la que pertenecemos. Como leemos en la Biblia: polvo eres y al polvo volverás, y en la nueva era del Aquarius decimos: Espíritu somos y al Espíritu volvemos.


Fundamentalmente son dos zodiacos para cualquier lugar del cosmos y su relación mutua como geocentros heliocentros es en torno a un cosmocentro único como una especie de cerebro de todo el Universo: el Absoluto provisto de una forma orgánica y que el Maestre Raynaud de la Ferriere ha esquematizado en una forma ternaria: 

Absoluto-Macrocosmo-Microcosmo

Desde esta perspectiva, el Cielo y la Tierra están vinculados en el binomio Macrocosmo-Microcosmo; es decir, la vida en el Cielo no es ajena a la vida en la Tierra y viceversa; por lo tanto, estos dos zodiacos nos ligan íntegramente al Universo porque vivimos en este planeta bajo los influjos del cielo en todo momento.  

Así lo afirma la antigua sentencia de la Tradición Hermética de los Egipcios de la Era de Géminis hace unos 8000 años:

Como es Arriba es Abajo, como es Abajo es Arriba para que se cumplan los Milagros de la Unidad.

Este arcano tradicional se puede expresar también de la siguiente forma: como es en el Cielo es en la Tierra, como es en la Tierra es en el Cielo para hacer una referencia muy inicial al origen en la Tradición Hermética egipcia del primer versículo del primer capítulo del Génesis el primer libro de la Biblia que dice:







Así es como la Biblia comienza pero no es posible extendernos aquí en esta sentencia o arcano escrito en tan corto versículo referido al Macrocosmo y el Microcosmo en el trascendental tema de la Ciencia y la Religión que abordaremos en la segunda parte del artículo que contiene el tema de la Astrología y la Biblia.

Gracias por la atención dispensada y los esperamos para continuar disertando sobre el trascendental tema del Zodíaco, el Universo y el Hombre visto desde un enfoque extracientífico o tal vez podríamos decir mejor: supracientífico.

El video que ilustra esta publicación tiene como título La Historia del Comienzo y se refiere al primer concepto sobre el big bang expresado por el sacerdote belga Georges Lemaitre por lo cual es considerado como el Padre de la Teoría del Big Bang. 







Gracias a Google por las imágenes, los videos y los enlaces.





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