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viernes, 16 de agosto de 2019

LOS DOS ZODIACOS Y EL UNIVERSO II


El Zodíaco Sideral 
El Año Platónico y las Eras Precesionales 
La Era del Aquarius y las Profecías de la Biblia 
El Simbolismo Universal del Número 12 


En el primer artículo vimos varios temas de importancia significativa en la relación Zodiaco-Universo como los avances de la ciencia actual y sus investigaciones sobre el Universo. También hicimos una incursión en el tema de los Elementos del Universo junto a los tres planos del hombre como las materias  principales tratadas en ese artículo publicado hace unos días. 

Con éste preámbulo y con el saludo siempre cordial para los lectores de este blog entremos pues en materia. Bienvenidos.




Imagen aproximada del Zodíaco Sideral girando en torno al Zodíaco Terrestre. Aquí aparece el zodíaco de las constelaciones girando en torno al Sol heliocéntricamente ubicado.


Como dijimos, los signos del Zodíaco son doce y no trece. Vamos a explicar brevemente porqué se dice aún que hay un treceavo signo, el de Ophiuchus u Ofiuco, del cual se afirma que fue descubierto hace algunos años. Esta teoría ha originado un movimiento en torno a una nueva astrología de trece signos. 

El tema real es el siguiente: Ofiuco, que significa Serpiente, corresponde a la primera parte del signo Escorpión denominado también el Alacrán o la Serpiente porque simboliza las bajas pasiones humanas y la muerte pero también la regeneración y la transmutación hacia las alturas simbolizadas por el Águila que corresponde a la segunda parte del signo constituyendo así, en un todo, esa octava porción de la pista zodiacal que es Escorpión

Tendríamos entonces que decir: el signo del Ofiuco-Águila, más exactamente: la Serpiente-Águila pero, por el debido seguimiento a la Tradición misma de la Astrología que hemos heredado de los antiguos, se seguirá denominando: el signo del Escorpión, y esa astrología de trece signos quedará más tarde o más temprano en el olvido porque es insustentable. 







La Serpiente Emplumada. La primera imagen es la original esculpida en piedra y la segunda es una interesante decoración que refuerza el carácter mítico de este emblema que ha caracterizado de manera única el valor cultural y espiritual de nuestras culturas mesoamericanas.




De hecho, es el símbolo de la Serpiente Emplumada que encontramos en la leyenda de Quetzalcóatl y de Kukulkán, que aparece en la bandera de la República centroamericana de México, corresponde a este signo. Así también está el simbolismo del signo Escorpión en los dragones de las mitologías. 

Ese simbolismo está también, aunque con una diferencia sutil, en la Biblia cuando el Cristo Jesús dice: Sed mansos como las palomas y prudentes como las serpientes (Mateo X:16).

Como se trataba de la era de Piscis, el simbolismo de la paloma se ajustó muy bien y mucho mejor que al del Águila que era el símbolo principal en la Era de Escorpion que tuvo su transcurso hace unos 18000 años y representado por ese conocido tótem. 








Y de la Serpiente Emplumada a los dragones que vuelan escupiendo fuego en las mitologías china y japonesa, hay una extensión y adaptación del simbolismo que persiste sin deformación al representar el poder liberado de las fuerzas de la Naturaleza. 

De hecho, el signo del Escorpión, que es el símbolo de la vida y la muerte, es el poder de la naturaleza humana en acción bajo la dirección espiritual y del saber como expresión de Vida. Puede simbolizar también la muerte cuando no hay esa dirección espiritual y ese saber. 

Otro símbolo tradicional del signo Escorpión es el Uroboros representado por la imagen circular de una serpiente que se muerde la cola. Esta figura es riquísima en simbología como el de la transmutación de las bajas pasiones en poder espiritual, lo cual es el significado mismo de la leyenda de la Serpiente Emplumada.




El Ouroboros es uno de los símbolos de las potencias creadoras del Universo que  asimismo simbolizan su indestructibilidad en sus infinitas manifestaciones. No ha habido comienzo y no habrá fin… Nada se crea, nada se pierde: todo se transforma. Es también uno de los símbolos que identifican a la antigua masonería definida por el Maestre Serge Raynaud de la Ferriere así: “Según el Manual de la Francmasonería, la definición de masonería es: “Institución filantrópica, filosófica y progresiva que tiene por objeto el ejercicio de la beneficencia, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes así como la práctica de todas las virtudes”.

En esta figura aparece: un Uroboros asiático y otro maya que revelan similitudes entre las culturas asiáticas y mesoamericanas.


El Zodiaco Sideral 

Se denomina también Zodíaco Precesional porque en su movimiento genera las Eras precesionales de 2160 años en promedio, siendo una de ellas la Era de Aquarius la más importante de todas y en la cual estamos desde el 21 de Marzo de 1948, con una duración media de 2160 años. De ello hablaremos más adelante. 

Por tal razón este zodíaco también se denomina Precesional pues su ronda en torno a nuestro Zodiaco Terrestre tarda la totalidad de un año platónico que es, además, una macromedida de tiempo, de hecho la tercera junto al día y al año (que son los dos primeros patrones de medida universal del tiempo corriente en todos los calendarios). 






Imagen original de la piedra del sol o calendario azteca esculpido en piedra bruta. Entre muchos jeroglifos que esconden el substrato de sus Saberes, este célebre y emblemático calendario incluye un zodiaco de 24 signos inscrito en una figura de 8 brazos que muestra dos cruces: la cruz celeste con su ejes vertical y horizontal ubicados en el centro estructural de la figura, y la cruz terrestre.


Este es, en síntesis, el concepto básico o elemental sobre los dos Zodiacos, pero también hay otro modo de exponer el tema o el problema el cual requiere de largas y complejas explicaciones que le dan al tema tal grado de complejidad que tiene que ser abordado en otras circunstancias. 

El Dr. David Ferriz Olivares, al hacer una exégesis a esta parte de la obra escrita por el Dr. Serge Raynaud de la Ferriere, expone en uno de sus libros, Su Pensamiento Primordial, un ápice de este trascendental tema como en el siguiente texto: 


Es indudable la necesidad investigativa de remontarse a los horizontes de la historia a través de las Eras Precesionales. A lo largo de la noche de los tiempos nos conducen por el camino de las culturas perdidas hacia la geocronología tomando en cuenta el clima de la biósfera en el ciclo macrocósmico de los tiempos. pag 118 de la primera edición peruana 1977


EL ZODIACO INDIVIDUAL 

El signo que cada quien tiene en su vida es el verdadero porque marca las leyes cósmicas que rigen el destino de cada persona que habita este planeta. 

El esquema, rádix natal u horóscopo, como se conoce habitualmente una carta natal o carta del cielo de nacimiento, es como un reloj cósmico que se pone en marcha al momento en que respiramos por primera vez y que entra en suspensión al momento de morir. 

Al nacer en este mundo, el mecanismo zodiacal de dicho reloj cósmico marcará durante las primeras 24 horas después del nacimiento, el conjunto de configuraciones zodiacales que regularán la vida de cada individualidad. 

Todos los sucesos de la vida de cada ser humano están marcados en su rádix según el Zodíaco Fijo o de nuestra tierra y no del Sideral que tiene otras predisposiciones o designios para la evolución colectiva de la humanidad, del planeta mismo y del propio sistema solar. 

Ahora bien, el verdadero conocimiento de las predisposiciones y sucesos que vivirá una persona en su vida, es un conocimiento que no está al alcance de las personas pues es un saber mantenido desde siempre en el perfecto Callar, y lo que se conoce actualmente de esa astrología popular es menos del 5 % del saber total de tan antiquísima ciencia que es preciso considerar como una de las Ciencias Sagradas, aquella que estaba en posesión de los Profetas que con tantos siglos de anticipación anunciaron los acontecimientos que la humanidad está viviendo y que vivirá en las siguientes décadas. 

Y como bien leemos en Juan III: 27: No puede el hombre recibir nada si no le fuere dado del cielo aunque en las Biblias modernas el término cielo ha sido sustituido por el de DiosEs preciso pues, conocer el Cielo de nuestro destino para saber qué nos depara el cosmos. 

Entonces, el Zodíaco Sideral no define a las individualidades sino a las colectividades en evolución como puede verse claramente en estos tiempos a 72 años de transcurrida la Era del Aguador, una humanidad en procesos de evolución colectiva que busca su identidad y su libertad en el mundo contemporáneo bajo el predominio de la tecnología dominante en la actualidad la cual hace que vivamos tiempos muy cambiantes como no lo fue nunca antes, por lo menos no en los últimos 25.920 años. 


EL AÑO PLATÓNICO o PRECESIONAL 

El año platónico es el tiempo que tardan ambos zodiacos en re-encontrarse en el Punto Vernal o Punto 0 de Aries. Dicho de otra manera, el año platónico es el tiempo que tarda el Zodíaco Sideral en regresar al Punto Vernal del Zodíaco Terrestre como ocurrió hace dos mil años, de ahí que el advenimiento del Cristo Jesús haya sido tan profetizado desde tiempos antiguos porque este extraordinario fenómeno cósmico del reencuentro de los dos zodiacos fue muy esperado y anunciado. 

Así tenemos por ejemplo, que la leyenda de los Tres Reyes Magos (entiéndase por tres Altos Iniciados en las Ciencias Sagradas antiguas, ver Marcos II), está directamente relacionada con este fenómeno astronómico y que también es parte del Saber de la Astrología Religiosa, aquella que abarca ciclos de la humanidad entera, como bien dice el Dr. Raynaud de la Ferriere en su obra Los Grandes Mensajes, pag 590 de la editorial Diana, México, escrita entre 1947 y 1953. 

Ese fenómeno Precesional ocurrido hace 2000 años marcó también el comienzo del anuncio y la profecía de la primera venida del Cristo a la Tierra como Hijo de Dios y de la segunda como Hijo del Hombre. 

Las primeras profecías se encuentran en los libros de los Profetas Mayores y Menores del Antiguo Testamento, como las que se pueden encontrar prolijamente en varios capítulos del libro de Isaías el primero de los Profetas Mayores (escrito unos 800 aC, o sea 800 años antes del reencuentro o conjunción de ambos zodiacos). Los principales capítulos son: XII, XXXII, XXXIII, XXXV y LXVI. 

Además, la profecía de Isaías se extendió también a las características de los tiempos por venir, particularmente para los tiempos actuales como por ejemplo en lo que leemos en el versículo 7 de su primer capítulo: 

Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros… Biblia, Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569) revisada por Cipriano de Valera (1602) Sociedades Bíblicas en América Latina. 

Y en el Nuevo Testamento se encuentran muchas otras profecías que confirman la antigua profecía mesiánica. Así, los cuatro Evangelistas y el libro del Apocalipsis, han dejado claramente todos los indicios de lo que ya había sido anunciado con varios siglos de anticipación. Los Capítulos XXI y XXII del Apocalipsis contienen las principales referencias. 

Todas estas profecías se han cumplido, algunas se están cumpliendo actualmente y, primordialmente, han marcado de manera ostensible la historia de la humanidad en los últimos 4.000 años la cual ha tenido en el tema religioso el principal fermento evolutivo de las creencias debido al paso del politeísmo, predominante antes de Cristo, al monoteísmo que es causa significativa del protagonismo religioso contemporáneo. 

Y como son cuatro signos zodiacales con la figura de tres animales y una figura humana, el cuarto es el del Hombre que corresponde al signo de Aquarius, al Aguador, el onceavo signo del Zodiaco, el único signo zodiacal que corresponde al Hombre, y no al hombre común y corriente, sino al Hombre Universal, al Hombre Total, al Hombre Trascendental, al Adam Kadmón de la Antigua Tradición Hebraica que llegará a ser el tipificador de la Nueva Era del Aquarius, como el Santo lo fue en la de Piscis y el Héroe y los Dioses, en la de Aries durante los 2.000 años anteriores al nacimiento del Cristo Jhesú. 

Es en este sentido, que el hombre superior del relato de José, el onceavo hijo de Jacob, contiene una visión profética. Porqué estos animales y el hombre en el zodiaco? Porque corresponden a los cuatro signos Fijos (Tauro, Leo, Scorpio y Acuarius) que son los signos de base o permanentes de la antigua Astrología religiosa. 

En cada ronda precesional, el paso de los cuatro signos del Zodíaco Sideral por el ascendente zodiacal de la tierra en el punto vernal cada 6.000 años aproximadamente, marca una evolución superior en la historia de la humanidad. 

La mención específica de los cuatro signos fijos del zodiaco aparecen prolijamente en el libro de Ezequiel el tercero de los Profetas Mayores del Antiguo Testamento, y en el de Daniel, el cuarto de los profetas. Aparecen también en los cuatro Evangelistas y en el Apocalipsis. 



LAS ERAS PRECESIONALES 
El Ascendente Precesional de la Tierra y el giro del Zodíaco Sideral 

Como hemos dicho, son doce las Eras Precesionales generadas por el desplazamiento del Zodíaco Sideral que en su movimiento perpetuo gira en torno al Zodíaco Terrestre o Fijo. 

Cuando al Ascendente Precesional, Punto Precesional Vernal a 0 Gr de Aries recibe cada 2.000 años aproximadamente, uno a uno los signos del Zodíaco Sideral, es cuando hay cambio de Era.

Ese movimiento del Zodíaco Sideral es un desplazamiento en retrogradación; es decir, una regresión en grados zodiacales. Tal movimiento es propio de las Eras Precesionales originado por el tercer movimiento de la Tierra: la Precesión Equinoccial en que anualmente, al no completarse el grado completo del segundo movimiento que es su Traslación junto al primero que es la Rotación, genera un pequeño remanente que se acumula con el tiempo y que se convierte en un movimiento que precede anualmente esa pequeña fracción de arco. 

Es así como, desde eras anteriores como la de Tauro y Aries, se sabía que la llegada al Punto Vernal como punto de recepción y punto sensitivo de conductividad máxima como lo denomina el Dr David Ferriz Olivares, al Grado 0 de Aries del Zodíaco Sideral, habría de marcar el más grande acontecimiento para la Humanidad: el nacimiento del Cristo Jeshú como Hijo de DiosEsos fueron los días del nuevo reencuentro de ambos Zodiacos en el Punto Vernal del Zodíaco Terrestre o Zodíaco de toda la Humanidad. 

Pero el grado 0 del signo Aries es, en sentido retrógrado, el grado 30 de Piscis y por lo tanto, el comienzo de la Era de Piscis o de los Peces como lo vivimos en los últimos 2000 años con el nacimiento del Cristo Jehsú y todo lo que sobrevino con su llegada, su presencia y su Misión Pública en los caminos de Galilea, con la difusión de su Evangelio en el cristianismo primitivo que no tuvo mucho tiempo de duración, y luego con el surgimiento del cristianismo helénico difundido por Pablo Apóstol desde Grecia. 




Ese cristianismo es el que está vigente en la actualidad a través de grupos cristianos no católicos dispersos en todo el mundo, difusión que comenzó a extenderse masivamente desde con la Reforma en el siglo XVI en Alemania. Tal expansión se produjo gracias a imprenta de Gutenberg que favoreció la publicación de la Biblia y su traducción a otros idiomas. 

Luego de esos 2000 años, el Grado 0 de Piscis del Zodíaco Sideral llega al Grado 30 de Aquarius el 21 de Marzo de 1948 dando comienzo a la nueva Era conocida como la Era de Aquarius o del Aguador referida, como ninguna otra, al Hijo del Hombre y no más al Hijo de Dios de la era pisciana. 

Ello significa que llega para la Humanidad la oportunidad de alcanzar la consciencia cósmica o la Consciencia Crística si lo vemos dentro de las doctrinas Teogónicas, Cosmogónicas y Androgónicas del antiguo saber como lo hemos expuesto en la cuarta parte del artículo La Universalidad de la Yoga que se puede encontrar en este blog AteneoXXV. 

El sentido teológico, podremos interpretarlo diciendo que ello está simbolizado por el Padre o el Creador según las palabras del Cristo Jesús quien anunció la venida del Hijo del Hombre con 2000 de anticipación: 

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará de todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. El me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo hará saber. Juan XVI:13,14  

Y en sentido Teogónico, significa que comienza una gran edad para el estudio, investigación y vivencia sobre el origen y manifestación en la Naturaleza, el Universo, el Cosmos o el Absoluto... de DIOS mencionado también en el artículo en referencia citado líneas arriba y en la primera parte del tema que nos ocupa en esta ocasión. 

Así pues, el fenómeno se repite una vez más y viene ocurriendo desde 1948 por ser el comienzo astronómico de la Era del Aguador que marca la señal del Hijo del Hombre en el Cielo, Mateo XXIV: 30 

De esta Era mucho se habla (especulativamente) y poco se conoce y como es un tema realmente desconocido, se ha convertido en objeto de críticas y cuestionamientos hechos por gentes que no saben de lo que hablan ni siquiera en lo superficial. 

Ahora bien, el primero de los cuatro signos fijos de la antigua Astrología Religiosa es el signo de Tauro, el Toro, lo que nos conduce al simbolismo del animal que tipificó esta Era, el  Buey Apis entre los egipcios al final de su larga tradición espiritual y cultural en los 2000 años antes de la Era de Aries.  





El Toro alado de los Sumerios, una alusión a los signos del Toro y de la Serpiente-Águila.

En el zodíaco estos dos signos ocupan el brazo horizontal de la Cruz de los signos Fijos: Taurus y Scorpio.



Ambas Eras, la de Aries y la Taurus, simbolizaron el sacrificio de esos dos animales pero la explicación de este simbolismo requiere otro espacio porque hay mucho que saber antes para que se pueda entender que ese sacrificio no se refiere a matar el animal en un ritual según el dogma religioso que, por supuesto, esconde su verdadero significado. 

En el caso de la Era del Toro, no se trata en absoluto de la matanza pública de un toro y menos aún de las abominables corridas de toros, la tauromaquia como le dicen en la actualidad, ese horrendo espectáculo que rinde culto a la muerte violenta y que es una reminiscencia equivocada de aquel simbólico animal que hace 6000 años simbolizó el Sacrificio emblemático del Toro. Lo mismo ha de entenderse con el Sacrificio del Cordero en la era Precesional siguiente a la del Toro. 

La Era de Aries tuvo como símbolo más emblemático al Cordero simbolizado por la conocida sentencia hebrea Cordero de Dios que quita los pecados del mundo que expresada en la oración original es Agnus Dei qui tollit peccata mundi








Esta frase se refiere por supuesto, a las Enseñanzas místicas propias de la Era de Aries como lo fueron las Enseñanzas de la siguiente Era Precesional, la de Piscis, la Era de los Peces que hizo decir a Jesús el Cristo: Yo os haré pescadores de hombres y que no se refería exactamente a los peces como alimento físico pues fue el símbolo del alimento del alma (enseñanza) y del espíritu para las gentes de esa época y esos lugares. Esta Era tuvo una duración de 1948 años hasta el 21 de Marzo cuando astronómicamente comienza la Era del Aquarius. 

La Era del Aquarius o del Aguador no es la Era del creer como lo fue la Era anterior, la de Piscis, sino la del Saber, del conocimiento, de la ciencia y la alta investigación, de la renovación del mundo, la Era de la comunicación, de la exploración espacial, la Era de toda la Humanidad... 


La Entrada del Sol en la constelación del Acuarius (Aguador) indica en esta ocasión (se comprende que el Sol vuelve a esta constelación cada 25.920 años) una época más importante porque coincide con el fin de una gran Edad (naturalmente se requieren varias rondas zodiacales para completar estos grandes Ciclos o Yugas. Dr Serge Raynaud de la Ferriere 

Esta breve mención sobre los Yugas es de una importancia excepcional en la medición de los grandes ciclos del tiempo como lo hacían los Mayas por ejemplo, y que a partir de estas mediciones los hindúes elaboraron una tabla completa para las diversas mediciones del tiempo en largos y cortos períodos o edades (un poco como en el caso de la medición del tiempo en la actualidad en años, meses, semanas, días,horas, minutos y segundos). 

Esas edades son los Yugas como ciclos de tiempo para el conocimiento de la evolución de la historia humana desde las más remotas épocas y teniendo como unidad de macromedida del tiempo la ronda precesional de 25.920 o Año Platónico como se mejor se conoce. 

El tema de los Yugas es de una complejidad enorme y por ahora sólo podemos decir que hay grandes y pequeños Yugas como por ejemplo éste que menciona el Dr Raynaud de la Ferriere y que no es el más largo: 


Un Maha Yuga es igual a 4 millones 320.000 años. El ciclo llamado caldeo de 423.000 años existe también entre los chinos y la revolución terrestre de los egipcios (36.000 años) equivale a la doceava parte de la de los chinos y caldeos … 
Volvamos a nuestros ciclos de la Tradición Hindú. 
El SATYA-YUGA (Edad de Oro) es la primera edad, la que corresponde a la revelación de la Verdad por el estudio de los Vedas y la observación del Dharma… 
El TETRA-YUGA (Edad de Plata) es la segunda Edad, la que caracteriza las Leyes de Manú y de los Upanishads… 
El DWAPARA-YUGA (Edad de Cobre) es la tercera Edad y simboliza la época en que el hombre abandona las reglas de las prescripciones smritis y toma ejemplo en los Puranas… 
El KALI-YUGA (Edad de Hierro) constituye la cuarta Época y señala la completa destrucción del Dharma (forma de la vida correcta) mediante la revelación de los Tantras para la liberación del hombre; este período termina con el Sol en Acuarius. 

Así, y tomando la unidad de tiempo de 25.920 años (una ronda precesional), existen los Yugas Precesionales, uno de aproximadamente 13.000 años y seis de 4320 años como el último Kali Yuga (durante las Eras de Aries y Piscis) que acaba de terminar con la entrada del Sol en la constelación de Aquarius. 

En fin, es casi imposible en este reducido espacio, continuar con mayores descripciones y mejor regresemos al tema de la Era del Aquarius que es el que estamos tratando con detenimiento. 


El signo del Acuarius es simbolizado por Juno, la diosa que hace caer las cadenas de la esclavitud.  
La Era acuariana es de una tonalidad vibrante en la síntesis, es la época donde la revelación acompaña el análisis, la edad de la unión, el período de coordinación.  
De todas partes se eleva la demanda de suprimir las barreras raciales, culturales, políticas, geográficas, lingüísticas, religiosas y de otros múltiples intereses creados. 




Juno en la mitología romana, Hera en la griega, es la personificación humana del principio femenino en todas las expresiones positivas de la manifestación cósmica en la figura de la Mujer. Juno es el símbolo de la sabiduría activa personificada en la esposa, en la familia y en la sociedad. Por ello es la diosa que hace caer las cadenas de la esclavitud caracterizada por la ignorancia y la inconsciencia que son la expresión más visible del estado humano inferior. Al ser la esposa de Júpiter el enviado de la sabiduría divina, Juno ejemplifica el estado conyugal en su realidad trascendental como destino individual y social de la raza humana. Juno es la Astarté fenicia esa diosa que personifica a la Luna y su influencia en todas las manifestaciones positivas de la Vida en nuestro mundo.


Es también la Era de la fraternidad entre los hombres y los pueblos, de la unión de las ciencias y de las religiones, la Era en que se estudia e investiga a Dios y que permite a cada quien tener derecho, si así lo quiere, a su propia religión o su propia manera de rendir tributo a la Divinidad pues en Aquarius el dogma y los misterios son explicados; es decir, una Era sin politeísmos ni monoteísmos. 

Sin embargo, hay que anotar también que estamos en un período de dura y muy difícil transición entre la Era anterior y la presente, lo mismo que entre el Kali Yuga que acaba de pasar y el Satya Yuga que apenas comienza con la Era del Aguador

Esta nueva era que poco a poco se perfila en tantas proyecciones que a diario aparecen inicialmente en el mundo, se va posicionando mediante mejoramiento de condiciones de vida para la humanidad y el planeta mismo. 

Es, en fin, un despliegue de propuestas y soluciones que día a día toman una mayor consistencia en tanto las circunstancias adversas que nos aquejan van quedando atrás en esa gran noche que comienza a disolverse ya, mayormente, con el ingreso del planeta Urano en el signo del Toro desde mediados de marzo de 2019. 

Implica también un progresivo despertar colectivo y un amanecer que deja atrás la larga y tormentosa noche de Piscis y del Kali Yuga e implica además, el doloroso período de crisis que vivimos y que no va a durar mucho tiempo más aunque puede llegar a ser aún más difícil para algunas comunidades del mundo pero que son como los dolores de parto de esa nueva humanidad que poco a poco va naciendo y que fue anunciada desde tiempos remotos como veremos más adelante. El Maestre Serge Raynaud de la Ferriere  presenta la Era del Aguador como: 


Una Era de investigaciones verdaderas, de la colectivización de las búsquedas, un período de coordinación entre la Ciencia y la Religión, una Era de Paz en la cual la humanidad recobrará sus derechos: hombres y mujeres trabajando de igual manera, cada quien en su misión, dentro de la obra por el bienestar de este mundo tan azotado por las perturbaciones de la Era Pisciana (signo del Pez). 



Ganimedes, joven de gran belleza con que en Astrología religiosa y la mitología se representa al signo del Aguador, el que vierte en el cielo un cántaro de agua que fluye en dos ondas paralelas y se difunden a través del cielo. Dr Serge Raynaud de la Ferriere



Por su parte, el Dr. David Ferriz Olivares en la Teoría Científica de la Cosmobiología, una de sus obras exegéticas sobre el pensamiento científico-filosófico del Dr. Raynaud de la Ferriere, transcribe una reflexión del ingeniero y escritor francés autor de varios libros sobre el pensamiento estratégico Arnold Kauffmann (1911-1994) que tiene un contenido muy pertinente para que tengamos otra sustentación de lo que estamos afirmando: 


Como dice Arnold Kaufmann, nuestros hijos aprenderán pronto modelos y esquemas que les ayudarán a comprender los mecanismos del mundo, desde el estado a la familia, en todos los grupos donde se encuentren. 
Sabrán quizás mejor que nosotros proyectar hipótesis sobre el futuro, el futuro próximo. 
Aprenderán a construir praxeogramas o modelos matemáticos de acción; aprenderán a construir buenos mapas o presentaciones de estos modelos para poder comunicarse convenientemente con otros. 
Así, tal vez, este mundo que nos atemoriza y que algún día será el suyo, este mundo peligroso y apasionante que entrevemos, será más fácilmente controlable porque será mejor comprendido. pag 67 de la edición peruana 1976. 


He ahí pues, algunos vislumbres de lo que será la comunicación y la Ciencia en la Era del Aguador que se manifestará poco a poco en el sentido ilimitado del Saber, y de la Religión, del latín Religare, reunir, y la función de ambas es unificar a la humanidad en función de los grandes principios universales de la Tolerancia, la Verdad y la Paz

El objetivo de ambas es la UNIÓN, la inclusión y la coordinación. 


Profecías para la Era del Aguador en la Biblia 

Veamos ahora algunos de los más significativos versículos de la Biblia que aluden expresamente y sin lugar a dudas, al advenimiento de la Era del Aquarius: 

En el Antiguo Testamento, las alusiones más numerosas y significativas se encuentran en el libro de Isaías: 


 Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos por el cual no andará galera de remos, ni por él pasará gran nave. Cap XXXIII: 21 
Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos y los oídos de los sordos se abrirán. El lugar seco se convertirá en estanque y el sequedal en manaderos de aguas… Cap XXXIII: 21 y XXXV: 6 
Porque he aquí que yo crearé cielos nuevos y tierras nuevas; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento. Cap LXV: 17 
Porque como los cielos y la tierra nueva que yo hago permanecerán delante de mi, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre. Cap LXVI: 22 

Y en el Nuevo Testamento encontramos entre las primeras: 


Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo… viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Mateo XXIV: 30  
Entonces habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Lucas XXI: 25  
Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed, mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás... Juan IV: 13 y 14 
Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad porque no hablará por su propia cuenta sino que hablará de todo lo que oyere y os hará saber las cosas que han de venir. Juan XVI: 13, 14
Después me mostró un río limpio de agua viva, resplandeciente como cristal que salía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida que produce doce frutos dando cada mes su fruto, y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. Apocalipsis XXII: 1,2,6 
Vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron y el mar ya no existía más. Apocalipsis XXI: 1 







El Simbolismo Universal del Número Doce 


Los más importantes valores universales del Número Doce asociados a los doce signos del Zodiaco, se encuentran en la Biblia y en las obras de la Tradición Hebraica, en particular los Capítulos XXI y XXII del Apocalipsis que se refieren a la Jerusalem Celeste. 

En el Antiguo Testamento encontramos la leyenda del Patriarca Jacob (Génesis XXXVII, XLIX y L) y sus doce hijos siendo José el onceavo de ellos y el objeto de los relatos, además del sentido profético que contiene. 

Así mismo, este número aparece en la historia de las Doce tribus de Israel, las doce puertas de la Jerusalem Celeste del Apocalipsis, los doce Apóstoles del Cristo Jesús, lo mismo que en otros pasajes más. 


El REENCUENTRO entre la CIENCIA y la RELIGIÓN 

Veamos seguidamente otros aspectos para ratificar la enorme trascendencia que, en la verdadera cultura humana, tiene el re-encuentro entre la Ciencia y la Religión en esta Era del Aguador o del surtidor de las aguas celestes.

Hablemos entonces de su re-encuentro porque en épocas muy antiguas y durante largos períodos de tiempo, la Ciencia y la Religión no estaban disociadas como ocurre en la actualidad. 

En realidad, el paralelismo entre Ciencia y Religión fue el factor común de todas las grandes culturas antiguas que son conocidas actualmente más por su religión que por su ciencia, lo mismo que por sus lenguajes sobre los cuales están construidas nuestras lenguas actuales. 

Así pues, debemos confesar nuestra dependencia de los conceptos religiosos, científicos, culturales y lingüísticos de las antiguas culturas que poblaron nuestro mundo miles de años antes y quienes nos legaron la síntesis de sus saberes.

Todas estas grandes civilizaciones, que existieron realmente en nuestro largo pasado, tuvieron en el conocimiento de la Precesión Equinoccial la base para la aplicación de las leyes cósmicas que regían su desarrollo social, cultural y espiritual y que lograron mediante un profundo apego a su Ciencia y a su Religión

Finalizamos con un texto del Dr Serge Raynaud de la Ferriere sobre el sentido real de Religión que encontramos al comienzo de su obra Disertaciones Filosóficas escrita y traducida por él mismo en Niza, Francia, en 1957: 


La Religión, que es la esencia misma de la religación de los individuos, sufrió en el curso de los tiempos grandes transformaciones produciendo una división seria en el dogma y en el ritual, en tanto que la base teológica ha sido idéntica. 
Aparte de estas amplias divisiones resulta aún más penoso constatar diferencias en el seno de una misma creencia; esto ocurre muy a menudo a consecuencia de un mal entendimiento lexicológico. 
He llamado más de una vez la atención acerca del valor etimológico de las palabras, y he insistido también acerca de la importancia esotérica y filosófica de los términos. 
Las bases teológicas fueron en el curso de los tiempos fincadas con principios al alcance del entendimiento de Autoridades competentes y no para ser dadas como pasto a la masa profana. 
Por ejemplo, la cristiandad fue desmembrada en gran parte por culpa de los mismos “grandes pensadores”, pero de espíritu estrecho o, por lo menos, de conocimiento limitado. 
Así, se sabe que el dogma de la Inmaculada Concepción enemista a los católicos con los protestantes, mientras que aun teológicamente, debería ser sencillo aceptarlo por todos los que se dicen cristianos. 
Ello solamente requiere un poco de sentido común y de tolerancia filosófica. 

En próximas publicaciones hablaremos de estos dos términos, el esoterismo y el exoterismo, tanto en la Biblia como en otros Libros Sagrados pues todos están concebidos y escritos esotéricamente. 








La Historia de la Creación (del Génesis)... oculta un profundo sentido simbólico que se descifra con claves. Estas claves se encuentran: 1 en el simbolismo egipcio; 2 en el de todas las religiones del antiguo ciclo, 3 en la síntesis de la doctrina de los INICIADOS, tal como resulta de la comparación de la enseñanza esotérica desde la India Védica hasta los Iniciados cristianos de los primero siglos. Los sacerdotes egipcios, nos dicen los autores griegos, tenían tres maneras de expresar su pensamiento. La primera es clara y simple, la segunda simbólica y figurada y la tercera sagrada y jeroglífica. La misma palabra tomaba según su conveniencia, un sentido propio, figurado o trascendente. En las antiguas ciencias teogónicas y cosmogónicas, los sacerdotes egipcios emplearon siempre la tercera forma…

Es indudable que el Génesis fue escrito en jeroglíficos egipcios de tres sentidos. Después de la cautividad de Babilonia, en tiempo de Salomón, se tradujo el Génesis en caracteres fenicios, cuando Esdras lo redactó en caracteres arameos-caldeos… y por último vinieron los traductores griegos de la Biblia, que no tenían sino una débil idea del sentido esotérico de los textos. San Jerónimo a pesar de sus serias intenciones y de su gran espíritu, cuando hizo la traducción latina después del texto hebreo, no pudo penetrar hasta el sentido primitivo del texto y aun, si lo hubiese hecho, habría callado. Sin embargo, él tuvo noticia de ésto cuando declaró: “El más difícil y oscuro de los libros sagrados, el Génesis, contiene tantos secretos como palabras, y cada palabra encubre muchos”…”  Dr Serge Raynaud de la Ferriere en una de sus obras sobre la FrancMasonería.




Agradecemos la receptividad dispensada a estas exposiciones y los esperamos en las siguientes publicaciones. 

Gracias a Google por las imágenes y los enlaces.




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